Gran cantidad de leyendas
tienen vínculos con sucesos históricos. Es la leyenda entonces una manera de
explicar sucesos desde la cosmovisión inherente a un grupo humano determinado.
Las leyendas que hablan sobre grandes
cataclismos, el diluvio por ejemplo, se relatan en casi todas las comunidades
del mundo confirmando el relato bíblico.
En el caso de las etnias que habitaban el gran
Chaco encontramos las que relatan el suceso que desencadenó la dispersión meteórica
particularmente en Campo del Cielo en la zona que hoy comprenden las provincias
de Santiago del Estero y Chaco.
Los mocovíes creen que el mundo fue destruido en varias oportunidades, estos cataclismos serían; un devastador incendio debido a la caída del sol; una gran inundación debida a la destrucción del Árbol del Cielo y otra debida a un diluvio. De estos, y otros motivos recogidos por los cronistas solo hemos podido confirmar el del gran incendio y el del diluvio.
Estos eventos, así como otros hitos fundacionales de la cultura humana (como la obtención del fuego), acontecen en un tiempo mítico en el que la existencia humana y animal eran intercambiables. En ese tiempo este pasaje era posible, luego ya no lo fue y la vida humana pasó a quedar claramente separada de la vida animal, perdiendo quienes quedaron como animales, el don del habla y otras habilidades humanas.” / Lehmann-Nitsche, Roberto - La atronomía de los Tobas. Revista del Museo de La Plata. (1924)
Árbol del Cielo
Estos eventos, así como otros hitos fundacionales de la cultura humana (como la obtención del fuego), acontecen en un tiempo mítico en el que la existencia humana y animal eran intercambiables. En ese tiempo este pasaje era posible, luego ya no lo fue y la vida humana pasó a quedar claramente separada de la vida animal, perdiendo quienes quedaron como animales, el don del habla y otras habilidades humanas.” / Lehmann-Nitsche, Roberto - La atronomía de los Tobas. Revista del Museo de La Plata. (1924)
Árbol del Cielo
“Hubo otro
tiempo en que un gran árbol unía los diversos mundos. El de la copa, el de
arriba, era el de la abundancia. Los hombres de la faz de la tierra iban
allí a proveerse, subiendo y bajando por este árbol, vínculo de la vida.
Mas un día no cumplieron con sus tradiciones solidarias, no entregaron lo mejor
y más tierno a quienes no podían andar arriba-abajo, no dieron nada. Los
ancianos se quejaron. Llegó el Gran Fuego y ardió todo. El joven Luna fue
eclipsado por el jaguar celeste y sus trozos cayeron en tierra incendiándola.
Algunos quedaron en el mundo de arriba cuando se quemó el Gran Árbol. Son los
abuelos, Dapitchí, los
antepasados - estrellas, constelaciones - que cazan por el sendero de los
ñanduces - La Vía Láctea -. Sólo unos pocos, honestos y respetuosos se salvaron
metiéndose bajo la tierra, pero desde entonces todo hubo que conseguirlo aquí.” / Biazzi, M. y Magrassi, G - Orígenes, Argentina. Ed.Corregidor. Bs. As. (1988)
Para los habitantes de la zona hace unos 1200
años el evento celeste, éste diluvio de fuego
generó un gran impacto también en su cultura.
“Cuando la tierra estaba llena de
hombres, había llegado un perro lleno de sarna y suciedad, pero con una linda
cara; con una barba como de mono. Lleno de barro y de bichos, pero también con
sarna, pero también con mucha sarna, lleno de sarna.
Y a ese perro no lo quería nadie. A lo
mejor traía una peste ese perro.
Un hombre, avisado por su hija, que
parece que sabía quien era ese perro por adentro, lo llamó. Lo cubrió con
cariño con su poncho; y le dijo que se quedara en su casa nomás. Ya de noche,
se durmió el hombre ese.
Esa misma noche nació del perro un
hombre hermoso y bien vestido. Y le dijo al hombre bueno: - Levántate hijo;
porque mañana todos esos hombres se van a quemar; ¡no dan lástima, ni poca,
para no quemarlos!
¡Que es que era Dios ese perro!
- Esa gente se va a quemar - dijo - pero
usted se va a hacer un pozo, y va a estar adentro con toda su familia hasta que
pase el fuego. Ponga un porongo afuera, y, cuando reviente, ya es que se
terminó el fuego entonces. Pero no hay que salir pronto, porque si se apura se
va a salir cambiando en bicho.
Un día aguantan. Pero tres, tres días
tienen que esperar; y no hay que salir en tres días.
¡Claro!,
alguno no hizo caso y salió antes. Ese hombre que salió, miraba alrededor y al
ratito ¡de golpe!, ¡como un viento!, salió hecho oso ese hombre... (...). Pasó el
fuego. Y después llenó al mundo con los animales el mismo Dios; el mismo Dios
los mandó. Ya estaban en el mundo los que antes salieron de la cueva.
(...).” / Cordeu, E. / Aproximación al horizonte mítico de los
Tobas. Rev. Runa Nro.XI. Bs. As. (1969).
Este relato al
que se le superpone alguna reminiscencia del cristianismo cuenta cuando el gran
árbol se desmoronó sobre la tierra y arrasó con una amplia zona… más amplia
quizá que la que se supone en un primer estudio.
En cuanto a la
leyenda el Padre José Guevara en su libro Historia
del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán escribe lo siguiente:
“Al sol conciben como mujer, y le llaman gdazoa, que significa compañera. De él fingen algunas trágicas
aventuras. Una vez cayó del cielo, y enterneció tanto el corazón de un mocobi,
que se esforzó en levantarlo, y lo amarro para que no volviese a caer. La misma
fatalidad sucedió al cielo; pero los ingeniosos y robustos mocobis, con puntas
de palos lo sublevaron y repusieron en sus ejes.
Segunda vez cayó el sol, o porque las ataduras no eran
bastantemente robustas, o porque el tiempo debilitó su fortaleza. Entonces fue
cuando por todas partes corrieron inundaciones de fuego, y llamas que todo lo
abrazaron y consumieron, árboles, plantas, animales y hombres. Pocos mocobis,
por repararse de los incendios, se abismaron en los ríos y lagunas, y se convirtieron
en capiguarás y caimanes. Dos de ellos, marido y mujer, buscaron asilo en la
eminencia de un altísimo árbol, desde a donde miraron correr ríos de fuego que
inundaban la superficie de la tierra; pero impensadamente se arrebató para
arriba una llamarada, que les chamuscó la cara y convirtió en monos, de los
cuales tuvo principio la especie de estos ridículos animales.” Guevara,
José - Historia del Paraguay, Río de la
Plata y Tucumán. (1882)
Esto nos habla de dos
posibles eventos.
Según Dick Edgar Ibarra
Grasso:
“Vemos aquí la existencia de tres catástrofes. La primera, caída del
Sol, luego cayó el cielo; después otra vez el Sol, con lo que se produjo el
“incendio de la Tierra”, y en ella una pareja de mocovís se transforma en monos.” / Ibarra Grasso, Dick E. - Cosmogonía y mitología indígena americana. Ed. Kier. (1997)
Campo del cielo
Este territorio lleva el nombre wichi de Otumpa y para los quom Pingüen Nunralta de donde viene el
de Campo del Cielo.
El fenómeno que tuvo gran repercusión en todas
las etnias que habitaban la zona y despertó el interés de los primeros
conquistadores españoles. Tal era el misterio y el deseo de encontrar al mayor
fragmento al que llamaron el Mesón de Fierro que en 1576 Don Hernán Mejia de Miraval
realiza la primera expedición en busca de los preciosos metales quienes muchos
confundieron con la afamada Sierra de Plata. Luego le siguieron otras muchas
como la de 1774 Bartolomé Francisco de Maguna que partió desde Santiago del
Estero, la del capitán Melchor M. Costas en ese mismo año, la de Francisco de
Serra y Canals en 1776 y sobre todo la de 1779 por el sargento mayor Francisco
de Ibarra en la que formó parte Ángel J. Carranza del cual existe un elaborado
mapa. La de 1783 a
cargo de Miguel Rubín de Celis fue
ordenada por el Virrey juan José Vértiz y se trató de la más numerosa y mejor
equipada siendo la ultima en localizar el Mesón de Fierro que luego desapareció
para siempre o por lo menos hasta que en 1936 el geofísico Juan Baigorri Velar aseguró haberlo hallado.
No obstante el hecho de mantenerse oculto en el misterio existen cartas donde se indica la presencia y la localización aproximada.
No obstante el hecho de mantenerse oculto en el misterio existen cartas donde se indica la presencia y la localización aproximada.
-
Anónimo. (1783) [1];
[Trozo de Fierro]
-
Arrowsmith, A. (1806) [2]; [Plátina ó Fierro]
-
Pinkerton, J. (1812 / 18) [3];
[Hierro Mt. / Iron Mt.]
-
Arenales, J. (1832) [4];
[Meteorolithe]
-
Arrowsmith, J. (1834) [5];[Native
Iron Mine]
-
Society for the Diffusion Diffusion of Useful Knowledge. (1844) [6]; [Native Iron]
-
Tanner, Henry S. (1845); [Monte de Hierro]
-
Mitchell,
S. A. (1846 / 48); [Monte de Hierro]
-
Meyer, Joseph (1853); [Monte de Hierro]
-
Black, A. & Ch. (1854 / 1862) [7];[Native
Iron]
-
De Moussy, V. M. (1873) [8]; [Fer. Meteórique]
-
Vander Naelen, Ph. (1866) [9]; [Meteoric Iron]
-
Jones, C. H.; Hamilton, T. H. & Williams,
J. D. (1873) [10]; [Hierro
Mt. / Iron Mt.]
-
De Moussy, V. M. (1873) [11]; [Fer. Meteórique]
-
Castro Boedo, E. (1875) [12];
[Fierro Meteórico]
-
Reinoso, J. (1881) [13];
[Hierro Meteórico]
-
Letts son & Co. (1883);
[Campo del Cielo]
-
Carranza, A. J. (1883) [14]
-
Paz Soldán, M. F. (1888) [15]; [Fierro Meteórico]
-
Hansen, Carlos F. V. (1889);
[Campo del Cielo]
-
Schrader, Vivien & St. Martin, L. (1931); [Campo del
Cielo]
El geólogo norteamericano William Cassidy estudió durante 10 años los
sucesos del meteorito y llegó a varias conclusiones. El tiempo aproximado del
evento se calcula en aprox. 4000 años o según Cassydy a 5800 años según otras
investigaciones.
El meteorito que produjo la dispersión de Campo del
Cielo son los restos de una especie de segundo satélite natural que tuvo la
Tierra y que se precipitó sobre nuestro planeta y que entraron por el SO
chileno depositándose en la zona en forma de trozos menores. Otra teoría nos
dice que el cuerpo principal, mucho mayor, cayó entre Pirané y Comandante
Fontana, en Formosa, formando el estero Patiño. En la zona del desierto de
Atacama se produce una segunda dispersión.
A la vera del Pilcomayo – Río rojizo o Río del
Pillcu (especie de ave) – se extiende el estero Patiño que divide el
nomenclador del río en Alto y Bajo Pilcomayo. Descubierto por los padres
Gabriel Patiño y Antonio Montijo, que intentaron la navegación del río
Pilcomayo en 1721, pero no pudieron avanzar más allá del estero. Es una extensa
planicie poblada de totoras, con grandes lagunas y abundantes cauces
abandonados.
Impactos
“Existen
evidencias de que América del Sur fue impactada en forma múltiple por distintos
cuerpos desprendidos de un mismo meteoroide (Cassidy et al., 1965). El Dr.
Truman Kohman sugiere que un meteoroide padre entró a la atmósfera terrestre en
una órbita muy llana y se fragmentó a gran altura en uno o más desmembramientos
violentos. Un meteoroide que se acercase con dirección N60ºE a Campo del Cielo
en una órbita aproximadamente de 40° de inclinación, reentraría en su próxima
revolución más al norte. Una línea N60°E trazada a través de un punto situado
22° al oeste de Campo del Cielo, pasa por el campo de dispersión meteórico
continental de la lluvia de Chile Septentrional (el cual podría yacer en su
mayor parte en el Océano Pacífico frente a la costa chilena) (Cassidy et al.,
1965). Otra posibilidad, que nosotros creemos más acertada, es que se trate de
un impacto que podríamos denominar tipo Shoemaker-Levy 9 (haciendo referencia a
la inmersión de dicho cometa en el planeta Júpiter) (Tancredi, 1999) En
cualquiera de los dos casos este impacto habría ocasionado, entre otras, la
dispersión meteórica de Campo del Cielo. Ésta se caracteriza por la
sorprendente concentración de grandes meteoritos metálicos y la disposición de
los cráteres de impacto: éstos están perfectamente alineados a lo largo de una
recta cuya dirección es N60°E; la longitud de esa configuración es una de las
más grandes observadas en la superficie terrestre…” Giménez Benítez S. R., López A. M. & Mammana L. A. – Meteoritos de
Campo del Cielo: Impacto en la cultura aborigen.
Ahora
bien, teniendo en cuenta la amplitud de fechas propuestas referentes al impacto
y las leyendas que hablan de dos sucesos es quizá posible que haya habido dos
incursiones.
El que se indica con una dirección N60ºE se
trataría del segundo impacto de importancia. Otro impacto anterior puede haber
tenido diferente trayectoria y este coincidiría con la suposición de que uno de
los fragmentos mas grandes haya provocado el estero Patiño.
Desconozco si existen investigaciones
profundas al respecto pero lo que si se sabe es que se sabe poco y se siguen
encontrando nuevos fragmentos grandes en la actualidad.
Estero del Iberá
Ocupando gran parte del noroeste y centro de
la Provincia de Corrientes el Iberá es un depósito de agua cuya salida natural
es el Río Corrientes que a su vez vuelca su caudal en el Paraná. Su extensión
de 12.300 Km2 y con una profundidad que no supera los 3 metros esta compuesta
por bañados, esteros, lagunas, embalsados y cursos de origen pluvial. De su
variada vegetación compuesta por 1.500 especies se destacan las plantas
flotantes que generan los embalsados o islas.
Las lagunas que contiene son Iberá, Fernández, Luna, Galarza, entre
otras.
Poblada desde antiguo por los Tupí-Guaraní que
se establecieron en el centro de América del Sur y hace unos 2000 años
comenzaron un movimiento migratorio hacia el sud buscando el edén de la llamada
Tierra sin Mal.
En lo que hoy es Territorio Argentino algunos
grupos se establecieron en las zonas del Gran Chaco y Salta denominados
Tapieté-guaraní mientras que los Mbya-guaraní en el Litoral.
La voz I-Berá significa “Agua brillante” o
“Lugar que resplandece o brilla” y se deduce que puede referirse a la imagen
que refleja la Luna en el agua de los esteros.
A su vez existen multitudes de leyendas
guaraníes vinculadas a este espacio y sobre todo muchas de ellas animistas como
la inquietante presencia del Yasí-Yateré (fragmento de luna) que es un ser
bajo, de pelo rubio o plateado, que generalmente porta un sombrero y un bastón.
Se lo acusa de robar niños a los que cautiva con su silbido o con su bastón.
Volviendo
a los esteros se considera que la formación de los mismos se debe al retroceso
de las aguas del gran Mar Paranaénse o Mar de Bravard que a partir del Mioceno
(hace unos 15 millones de años) ocupó la mayor parte de las tierras de la
Mesopotamia además de Santa Fe, Chaco y Buenos Aires. Hace 5 millones de años
las aguas del gran mar comenzaron su retroceso.
Yaciretá
La isla Yaciretá o Patria de la Luna en idioma
guaraní está ubicada en el Río Paraná, en el extremo Norte de los esteros del
Iberá.
En un artículo firmado por Ricardo Mello
Vargas dice lo siguiente:
“(…) la palabra Yacyretá o Iasyreta separada
en raíces simples se traduciría como Iasy; Luna y Reta; Patria con lo que se
conformaría el significado: Patria de la Luna. Continuando se puede producir
una segunda separación en Iasyre; Ex Luna y Ta; Dureza o rojo, o sea: Rojo o
dureza de la ex Luna.
El autor sigue diciendo: “Llama la atención
que el sitio exacto en que se encuentra esta isla coincida con la posición
geográfica de Campo del Cielo (Zumampa) en Santiago del Estero y con otro lugar
del desierto de Atacama (Chile) en donde existen aerolitos. De Campo del
Cielo han sido extraídas muestras distintas muestras de objetos errantes
extraterrestres por la comisión argentino-norteamericana dirigida por el Dr.[William]
Cassidy (...). Esta coincidencia concurre a avalar nuestra hipótesis, en
cuanto a que la denominación de la isla Iasyreta, está indicando que en tal
lugar cayó un fragmento de una “luna” o en todo caso un “cuerpo celeste”, ya
que el nombre que los indios daban a la Luna (Iasy) bien podía que sólo
quisiera expresarse la designación genérica de “cuerpo celeste” o “sideral”. (...).”
Este cuerpo meteórico
habría impactado desviando el curso primitivo del río Paraná el que hasta
entonces “corría por el cauce que forma la actual laguna Yverá. (...) Un poco más abajo de la isla Iasyreta se
encuentra otra de nombre Apipé, cuyo nombre en guaraní significa: Api = Impacto
y Pe = rotura, es decir, “Rotura por impacto”.”
Todo esto sugiere que el
mayor fragmento del meteorito del Chaco puede haber ingresado en esa zona del
Río Paraná generando por un lado los esteros y por el otro la isla de Yasiretá.
Cabe agregar que el
investigador Oscar Orfeo sostiene que; “Los
estudios que abordan el análisis de la diversidad biológica del Iberá
identifican la presencia de organismos claramente asociados al río Paraná, algo
que debe ser explicado teniendo en cuenta el presente aislamiento geográfico
entre ambos.”
Sin entrar en especulaciones fuera de las
posibilidades que nos brinda la leyenda tenemos además Florencio de Basaldúa
comenta:
“Cerca está la isla de Yaziretá, donde se han encontrado urnas
funerarias, antiquísimas armas, y restos de construcciones; parece haber
servido en el pasado de centro religioso del país circunvecino. Su significado
guaraní de Isla de la Luna, basado en que Yazig es el nombre de ese astro, nos sugiere
la idea de su igualdad con illa, que también significa luna en eskera; pues es sabido que
los guaraníes no pronuncian la ll sino con el sonido de la y, puesto que de
caballo, por ejemplo, han hecho cabayó, como pronuncian los andaluces y el
bajo pueblo argentino; cayc por calle, balaya por batalla, cavarse por callarse, etc.
Si escribiéramos illa-esi-e releí, significaría en
baskuence, terreno cercado lunar, sin alterarse el fonetismo guaraní y
conservando su significación indígena. Recordemos de paso que killa significa,
en kichúa, luna, matar, y fierro, porque en honor de la luna illa, sacrificaban
víctimas humanas. Tiene gran importancia killa = fierro, porque prueba el uso
de este metal en el Pirú, siglos antes de la conquista. En eskera, illa significa
también luna, y muerte.” / De Basaldúa F. - Pasado, presente y porvenir del Territorio Nacional de Misiones. (1901)
[...] “La estensísima y encantada laguna Iberá, que
del Norte al Sud atraviesa casi toda la provincia de Corrientes, ocupa el lugar
que en otras partes ocuparon sierras ó montañas. Los fuegos que en ella se
divisan en lontananza y supersticiosamente han asustado á los hombres que no
animaron á cruzarla con las mejores embarcaciones, corroboran mi aserción y
hace suponer que el terreno sufrió una depresión considerable en el lugar que
ocupa. Los tres cerros inmediatos al pueblo de la Cruz, el cerro de Jarado y
varios otros, donde á veces se oyen retumbar sonidos profundos y continuados,
cuya forma cónica, como la del cerro Butucarahy, es precisamente la forma que
afectan las partes sacudidas del suelo por las exhalaciones y el fuerte
desenvolvimiento de los gases subterráneos, deben probablemente su aparición á
corrientes eléctricas y á los fuegos interiores.” Peyret, Alejo - Cartas sobre
Misiones. (1881)
Lugares
Campo del Cielo
Dónde Provincia de Chaco / Gancedo.
“Existe una
llanura llamada antiguamente Otumba al Este del Chaco, abarcando gran parte de
la provincia de Santiago del Estero. Esta llanura es una verdadera estepa una
travesía sin agua y sin bosques de modo que ofrece peligro a los que lo
atraviesan a caballo por la sed que puede devorarlos en el suelo. En esta estepa
ha caído un aerolito de enorme dimensión que fué descubierto en 1774 por un
comerciante de nombre Laguna que acostumbraba a hacer viajes del Santiago del
Estero a Corrientes atravesando esa llanura. Con motivo de este aerolito que
fue dado a estudiar a muchos hombres de ciencia se le puso el nombre de Campo
del Cielo y es el nombre con el cual se lo conoce hasta nuestros días.” / Rojas
Acosta, Nicolás. – Encuesta Nacional de Folklore. (1921)
Campo del Cielo, también
llamado en lengua toba Piguen nonraltá, se encuentra en el sudoeste
chaqueño, en el paraje Las Víboras, a 15 Km. al sur de la localidad de Gancedo, justo
en el límite con la provincia de Santiago del Estero.
Es un campo de 15 Km. de largo por 3 Km. de ancho, cuyo nombre
alude a una lluvia de meteoritos que recibió y que dejó su huella en profundos
cráteres con gran cantidad de meteoritos esparcidos por la zona.
La zona está emplazada a 40 Km. al sur de la Ruta
Nacional 89; a 170 Km.
de Roque Sáenz Peña y a 350
Km. de la capital Resistencia.
Cómo Desde Resistencia por la RN11
hasta Los Palmares y RN89 hasta Gancedo.
Esteros del Iberá
Dónde Provincia de Corrientes
/ Esteros del Iberá.
Cómo
Desde
Corrientes por la RN12 hacia el S y luego seguir por la RP118 internadose en los Esteros del Iberá.
Yaciretá
Dónde Provincia de Corrientes / Yaciretá / Isla Apipé
Grande.
Cómo Desde Corrientes por la RN12 hasta Ituzaingó. Apipé Grande.
[1] Anónimo / Reinando Carlos Tercero, y siendo Ministro
de las Indias … (1783)
[2] Arrowsmith, Aron / A map of part of the Viceroyalty of Buenos Aires.. Londres. (1806)
[3] Pinkerton, John / La Plata. Londres. (1812 / 1818)
[4] Arenales,
J. / Carta de la sección austral del Gran
Chaco… Bs. As. (1832)
[5] Arrowsmith, John / This map of the United Provinces of
La Plata, Banda Oriental & Chile.
Londres. (1843)
[6] Society for the Diffusion
Diffusion of Useful Knowledge. / South America. La Plata & Chile. Londres. (1844)
[7] Black,
Adam & Charles / Chili, la Plata or
the Argentine Republic & Bolivia. Edinburgo. (1854 / 1862)
[8] De Moussy,
Victor Martín / Atlas de la Confederation Argentine. Paris. (1873).
[9] Vander
Naelen, Phillip / Carte de la
confédération argentine... Bruselas. (1866)
[10] Jones, C. H.; Hamilton, T. H. & Williams, J. David / Southern States of South
America. New York. (1873)
[11] De Moussy,
Victor Martín / Atlas de la Confederation Argentine. Paris. (1873).
[12] Castro
Boedo, Emilio / Carta del Gran Chaco Gualamba. Bs. As. (1875)
[13] Reinoso, José / República Argentina. Madrid. (1881)
[14] Carranza,
Angel Justiniano / Mapa de la región
Oriental del Chaco Argentino. Bs. As. (1883)
[15] Paz
Soldán, Mariano Felipe / Atlas
geográfico de la República Argentina. Ed. Félix Lajouane. Bs. As. (1888).
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