domingo, 21 de abril de 2013

El secreto que cruzó el océano



Provincia de Chubut / Meseta El Fuerte.





De Moussy, Victor M. (1873)

La hipótesis del Grial

Existen fundadas razones que nos llevan a plantear que el Santo (sic) Grial llegó a nuestras costas patagónicas, al paraje que hoy se conoce como el Fuerte o Fuerte Argentino, en la Provincia de Río Negro.”
A esta conclusión arriba el Ing. Flugerto Martí hace unos quince años luego de investigar en textos artúricos y realizar varias expediciones al lugar.

Llegar a una conjetura tan arriesgada presupone un largo periplo que comienza con el hallazgo en 1930 de una piedra basáltica negra enterrada al pie del Cerro Uritorco que originalmente queda en manos de su descubridor cuyo nombre verdadero se desconoce pero que se hace llamar Orfelio Ulises. A éste le indican unos monjes en el Tibet la exacta ubicación de lo que se conoce luego con el nombre de Bastón de Mando al que se le otorga una antigüedad superior a los 8.000 años y que pertenecía al dios Nórdico Vultán o Votán. Se supone que este objeto es la llave que permite llegar a otro objeto de connotaciones aún más misteriosas.
“Se cuenta que los nazis lo llegaron a buscar en inmediaciones del Cerro Negro ubicado a unos 4 km. al noroeste de la ciudad de Humahuaca, en las serranías que separan las cuencas de Coctaca y Rodero con el Río Grande de Humahuaca.”

El que da a conocer la historia es el Antropólogo Alfredo Terrera, profundo estudioso de la zona de Capilla del Monte y que también da a conocer la existencia de una Ciudad oculta que denomina Erks.
El mismo Terrera habla de la historia que rodea al Bastón de Mando o Toki lítico. Según el científico no solo el cacique Kalfucurá conocía la existencia de este bastón sino que hasta los nazis de corte esotérico también lo buscaron.
En otra parte oculta de la historia se dice que los Comechingones sabían también de la presencia del bastón al pie del Cerro Uritorco o Cerro Macho pero permaneció allí hasta la llegada de Ulises.
Al morir éste el bastón pasa a manos de Terrera que al fallecer, años más tarde, genera un litigio donde entra en la historia el Ingeniero F. Martí.

Una segunda instancia en esta cuestión se abre cuando comienza a suponerse, también por antiguas tradiciones, que el bastón no es el único objeto sagrado que llega hasta estas tierras. También se deposita en algún lugar del extenso territorio El Grial o también llamado Santo (sic) Grial.

Es G. Terrera quien reproduce una cita de la obra "Vida y milagros de Parsifal" escrita por Wolfram Escembach entre 1150 y 1170. Dice así: “¿En que lejana cordillera podrá encontrar a la escondida piedra de la sabiduría ancestral que mencionan los versos de los veinte ancianos, de la isla Blanca y de la estrella Polar? Sobre la montaña del Sol con su triángulo de luz surge la presencia negra del Bastón Austral, en la Armórica antigua que en el Sur está. Solo Parsifal, el ángel, por los mares irá con los tres caballeros del número impar, en la Nave Sagrada y con el Vaso del Santo Grial por el Atlántico Océano un largo viaje realizará, hasta las puertas secretas de un silencioso país que Argentum se llama y siempre será. El caballero del Sol, con su fuerza caminará, llevado por la Piedra del combate ancestral. Diadema de Lucifer, luz de corona encantada convertida en vaso, por el poder del Dios Vultán junto al Bastón de Mando, por los siglos, descansará...” (He intentado corroborar, infructuosamente hasta ahora, esta cita entre las diferentes versiones que poseo de la obra de W.Escembach sobre la leyenda.)


 En una rápida lectura llama la atención que se nombre “Armórica antigua que en el Sur está” y “Argentum” cuando por los años en que se escribe el poema, que además proviene de tradición oral mucho más antigua, se llame "Armórica" y "Argentum" a tierras aún no descubiertas ni bautizadas.
 No obstante existen múltiples estudios y algunos muy profundos sobre la llegada a tierras de América por diferentes grupos (vikingos, fenicios, etc.) antes del arribo del aventurero Cristóbal Colón.



El Grial tal como se supone

 Aparentemente, cuando se habla del Grial, se sugiere que se trata de la copa en que José de Arimatea recoge la sangre de Cristo crucificado. Otra versión habla del copón que fuera utilizado en la última cena. En general las posiciones etimológicas lo describen como un vaso de boca ancha o un plato, y de ahí la relación con una copa. Éste, o bien tiene características rústicas (posiblemente de madera) o de oro y plata, engarzado con joyas.
 En los últimos tiempos aparece aquello de sangreal o sangre real, por santo Grial y su vuelta al misterio cristiano.

 Pero el origen de la historia del Grial perece remontarse a tiempos anteriores de la cultura Celta. Se sostiene, quienes se orientan en esta línea de investigación, que bien se puede estar hablando de un vaso de piedra (Gar-Ai) o de la piedra de Dios (Gar-El). En ambos casos la palabra está asociada a un caldero y luego se puede asociar a la Alquimia.

Lo cierto parece ser que estas sugerencias sobre el vínculo entre el Grial y el Cristianismo no parecen sólidas y para documentarnos volvemos a Escembach y Parsifal: “Sé bien que viven muchos valientes caballeros en Munsalwäsche, junto al Grial. Cabalgan una y otra vez en busca de aventuras. Consigan la derrota o la victoria, estos templarios expían así sus pecados. Habita allí una tropa bien experimentada en la lucha. Os diré de qué viven: se alimentan de una piedra, cuya esencia es totalmente pura. Si no la conocéis, os diré su nombre: lapis exillis. La fuerza mágica de la piedra hace arder al Fénix, que queda reducido a cenizas, aunque las cenizas le hacen renacer. Así cambia el Fénix su plumaje y resplandece después en sus mejores galas, siendo tan bello como antes. Por muy enfermo que esté alguien, si ve un día la piedra, no puede morir en la semana siguiente y mantiene toda su belleza. Quien en la flor de la vida, fuera doncella o varón, contemplara la piedra durante doscientos años, conservaría el mismo aspecto: sólo el cabello se le tornaría gris. La piedra proporciona a los seres humanos tal fuerza vital que su carne y sus huesos rejuvenecen al instante. Esta piedra se llama también el Grial. (…).” Escembach, Wolfram / Parzifal,

Este Lápis Exillis se supone puede provenir de antiquísimas leyendas Celtas y bien puede tratarse de una piedra como dicen los traductores de Escembach: “Lapsit exillis” podría ser una corrupción de «lapis ex caelis», es decir, «piedra procedente de los cielos». También podría ser una corrupción de «lapsit ex caelis», o sea, «cayó de los cielos»; o de «lapsis lapsus ex caelus», que quiere decir «una piedra cayó del cielo»; o, finalmente, de «lapis elixir»: la fabulosa piedra filosofal de la alquimia.”

Piedra caída de los cielos. Retomando la versión de Parsifal, que cita Terrera y a la cual no he podido tener acceso a pesar de haber consultado muchas, releyendo dice: “El caballero del Sol, con su fuerza caminará, llevado por la Piedra del combate ancestral. Diadema de Lucifer, luz de corona encantada convertida en vaso, por el poder del Dios Vultán junto al Bastón de Mando, por los siglos, descansará…”

 Efectivamente, una leyenda Celta muy antigua dice que cuando Lucifer, o el adorador de la luz, disputa el trono del cielo, Dios lo arroja a la tierra. La corona que portaba también cae y de ella se desprende una piedra que se pierde para siempre. Esa piedra es el Graal.


La piedra azul de Kalfucurá

(La tarea que me he propuesto no es llegar a respuestas que carecen de prueba sino unicamente exponer la leyenda como todo lo que ellas manifiestan y ocultan. Sin embargo los recortes me pertenecen y no deseo evitarlos. No se tome en cuenta lo que sigue como ninguna forma de hipótesis.)

Kalfucurá o Piedra azul, fue el señor de las Pampas durante un largo período histórico. Este cacique con forma de héroe araucano, hacia el siglo XIX forma la Gran Confederación Mapuche, estableciendo su capital en Karwe (Carué)
Calfucurá, junto a 800 guerreros viene desde Chile en 1830 o 34 cuando Juan Manuel de Rosas le propone controlar a las tribus pampeanas asentándose Salinas Grandes, Provincia de La Pampa. Un año después de la derrota de San Carlos, el 14 de Junio de 1873, muere en su toldería siendo sepultado con los honores. En su tumba fueron enterrados sus ponchos, sus armas, su platería, sus mejores caballos, sus mujeres y cautivas. En 1874, el teniente Nicolás Levalle fue el encargado de recolectar los huesos y las pertenencias. A fines de 1800 éstos fueron depositados en el Museo de la Plata donde estuvieron hasta 2004.

“Reunía en su persona las virtudes de ser renü (sabio o sacerdote mapuche), gran guerrero Fücha Toki y gran político. Su proyecto nacional mapuche fracasó por la odiosa traición de los Catriel (Katrül) [Cortado o Cicatriz], los Coliqueo (Kolükeu) [Pedernal colorado], y otros de menos rango. De haber triunfado en la batalla de San Carlos la historia de las actuales Argentina y Chile se hubiera escrito de una manera muy distinta. Baste sólo decir que el capital económico de la Confederación Mapuche, contabilizado en cabezas de ganado, superaba ampliamente al de Argentina y Chile juntas; lo que traducido en armamentos es elocuente...” En Lenz, R. / Estudios araucanos.

Kalfucurá toma forma de ser mitológico ya que no solo se lo consideraba inmortal, poseedor de dos corazones, sino que se lo sabía poseedor de una piedra que le otorgaba poderes sobrenaturales.

Dicen que la abuela de Kalfucurá estaba lavando a la orilla del Uechucurá (Punta de la Piedra) y era un día sin viento, y sin embargo se levantó una olita, que después era un remolino y quería acercarse a ella. Del remolino vio salir la piedra; una piedra verde era, como de metal parecía: La piedra dijo: “Llévenme con usted, envuélvanme. Cuando dé vida a un hijo, pronto, llámelo Pichicurá (Puede tratarse el abuelo o bisabuelo de Kalfucurá). A él pertenezco yo, él va a ser mi amo; yo voy a ser la ayuda para que sea rico y sabio; grande va a ser, a todos va a vencer.

Era tradición Araucana hacer un rito de pasaje atravesando el Puelmapu (desde la cordillera hacia el mar en el actual territorio Argentino) hasta llegar a una cueva donde se producía la iniciación, esta cueva queda en la zona de Pihué, la cueva de los Espíritus.

Dicen que Kalfucurá era invulnerable gracias a una gruta donde los viejos se hacían invulnerables si aprendían a cantar y recitar el verdadero canto de los brujos. También se atribuía su invulnerabilidad a la piedra mágica que llevaba siempre consigo, envuelta en una tela preciosa.”

Pero volviendo a la famosa Piedra Azul, de ella se cuentan variadas leyendas aunque quizá la más extraña, y a la que consideran apócrifa, es la que relata Berta Koessler y en la que participa el Perito Moreno.
Mi Padre estaba en la toldería del cacique Valentín Shaiueke, el rey de los Manzaneros, cuando vino un uinka que se llamaba Francisco Moreno, pero que los indios, porque lo conocieron, le dieron otro nombre al hombre éste peligroso: el Cuatrojos. Y como le tenían miedo, lo querían matar para salvarse ellos de las brujerías de él. Cosas graves habían pasado mientras él estuvo en nuestra tierra. La piedra santa, mejor dicho, un montón de piedras de forma rara, se había hecho pedazos: quería decir desgracia, castigo por haberse rendido a don Gobierno, al cristiano. Un chelkura, un hombre de piedra, cayó de la planicie alta, donde había estado siempre el santo hombre de piedra, importante, en las fiestas religiosas de abajo. Lo encontraron más tarde en el río, pero estropeado. La parte de arriba, la cabeza, nunca se encontró. ¿Cuándo hubo antes una desgracia tan grande en la tribu? ¿Cómo puede este ser, creado por el Grande del cielo, andar de noche sin cabeza; ése, que no hace daño, que siempre ha sido piedra? ¿Cómo va a vivir sin cabeza? Mucho mal ha traído este uinka. Y por entonces lo tenían como preso, sin que él lo sepa, lo vigilaban bien, pero muy bien. Miraban todo lo que hacía y sabían lo que había hecho. (...)
¿Saben que quiso robar la piedra santa de nuestro amigo y vecino, la piedra santa que es del cacique, general don Manuel Namuncurá, la piedra que protege la tribu, la tierra, a todos nosotros?¿Cómo lo consiguió? Amenazó con su poderío, con su autoridad contra los indios, con la fuerza que está detrás de él. La piedra santa la colocó en un cajón de fierro que cerró con siete llaves; tanto es así que la gente no pudo ver más a la piedra santa, que siempre se le enseña en el nguillatún. Sin cuidado tiró lejos el pañuelo de seda que envolvía a la piedra santa. ¡Ueshá ngammo! ¿Y saben lo que pasó después? Las siete llaves no sirvieron. Empezó a relampaguear. Los tokikura bajaban del cielo como lluvia, y se enterraron hondo en los intestinos de la tierra. Escuchen ahora: la piedra santa saltó del cajón con mucho ruido, envuelta en fuego y llamas, y todo el mundo temblaba. Ahora la tribu tiene otra vez su piedra, que es, como saben, larga como dos manos y gruesa como dos manos. Fue mandada por el Uenu Chao en olas grandes de agua para el pueblo de Namuncurá.” / En Köessler-Ilg, B./ Tradiciones araucanas.


¿Qué se sabe de esta piedra?
Ningún blanco la ha visto. Según referencia confidencial, es una piedra antropomorfa de unos treinta centímetros de tamaño, la que es objeto de veneración en el nguillatún... (...).” / En Álvarez, G. / El tronco de oro.

La piedra ésa que tiene Kallfükura... dicen que cuando la manda a alguna parte a hacer alguna cosa, dicen que camina la piedra. Camina así nomás arrastrándose... hay que saber mucho como tiene que manejarla, esa piedra puede terminar con su familia... lo come... (...) hace de piedra nomás, pero no es piedra... que formaba como una lagartija... pero no tiene cola... la cabeza tiene forma de lagartija... (de) eso es dueño Kallfükura.”

Pedro Yanquetrúz ha sido el que gobernaba a todos los caciques (…) mediante un engaño quedó como jefe de los indígenas Cayocurá [Calfucurá] (piedra azul) del cual se cuenta lo siguiente que tenía un gran muñeco de piedra del tamaño de un hombre con la cara como de un hombre; cuando estaban por hacer algún avance Cayocurá ponía su muñeco con el frente para el lado que querían hacer su malón; al otro día muy temprano iba á ver su hombre de piedra, si estaba en la misma posición y con la boca llena de sangre hacían el avance porque les iba muy bien; pero si el hombre de piedra se había dado vuelta poniendo la espalda no hacían el avance porque con toda seguridad les iba muy mal.
De Cayocurá se decía que tenía un cherrubú (bola de fuego), demonio o trato con el diablo.” / Fuente. Carlos Yanquetruz. En Encuesta Nacional de Folklore

La que sigue es la leyenda más completa de la nombrada Piedra Azul:


La Leyenda de la Piedra Azul

Se sabe que la habían encontrado [a la piedra azul] sobre la montaña Chachil, donde se estaba bañando. La sacaron y desde entonces el gran protector de los descendientes de Kalfukura, que también tenia una piedra - era azul, tamaño de una manzana - que le daba fuerza y una vista especial, tanto que veía todo lo que pasaba, por lejos que fuera. No necesitaba mensajeros, porque veía todo. Se sabe narrar cuento sobre su poder. Durante un malón grande, donde peleaban miles de su gente con sus lanzas, quiero decir, en cualquier malón, no en uno, el dormía o se hacia el enfermo: Es que se quedaba en sus tolderías y observaba la pelea desde lejos. Con sus ojos, que nadie pudo soportar. En caso de que las cosas iban mal, Kalfukura, llamaba a los dos “niñas azules”, que siempre estaban con él, vestidas de los colores sagrados, ropas azules. Y decía: Traigan enseguida azúcar y carbón. Después se sentaba afuera del toldo y decía: “pónganme aquí, sobre esta parte de mi cabeza, azúcar, y sobre esta parte de mi cabeza, carbón. Enseguida de tener el azúcar y el carbón sobre la cabeza, empezaba a caer del cielo un granizo tan grande y aguacero tremendo sobre los enemigos, que siempre tenían que disparar para que no los maten el granizo y el agua que los confundía tanto que los Kalfukuraches ganaban siempre. Y todo el mundo le tenían miedo, todos sabían que obraba una gran fuerza sobre ellos. El enemigo se desorientaba y disparaba. Y toda esa fuerza la sacaba Kalfukura de su piedra santa. Dicen que esta piedra esta junto con la Chekura, de figura de hombre, que es la de los Namunkura. Esa tiene boca, nariz, ojos, oídos; mide más o menos medio metro de alto y esta tapada, quiero decir vestida, con una piel. Es una persona completa de la Namunkura, y toma y come, pero nadie tiene que mirar, si no, se cae muerto. Y paso - que a mí mi padre dijo - que no hay que mirarla mucho, un momento no mas. Porque consume a los cristianos con su fuerza tremenda, con su mirada de poder incalculable. Por esto la mire poco y no vi los lükai que, según que supe, los tiene colgados a un lado. Por la prohibición que mi chao no pude observar todo. Él había conocido cristianos que los consumió enteros la fuerza de la piedra.
Nadie cae en el momento, pero después de algunos días se enferman y mueren secos; por eso no se muestra la piedra.
El hijo de Manuel de Kalfukura, que se llamaba Manuel Namunkura, después, el padre de los actuales caciques - hoy es Aníbal, antes era Alfredo - lo llamo con su hermana el presidente de la Nación. Y se fueron a Buenos Aires. Hasta ahí fueron llevados hasta donde estaba el presidente. El Presidente pregunto: “Confiesen de donde le llega la fuerza y el gran poder que los hace invencibles. Algo raro pasa con ustedes, porque tienen poder sin límites. Confiesen” Ellos habían llevado la Küme Kura bien envuelta -lo que cuento es la pura verdad-. Manuel contesto: “La piedra nos da la fuerza”. Y la destaparon. Entonces el Presidente la quiso tocar, para experimentar su virtud. Pero Manuel no se lo permitió. Dijo: “Haga buscar a un coronel suyo”. Vino el coronel, toco y miro la piedra, y se fue. Entonces encerraron la piedra en un lugar oscuro y bien cuidado. Pero en la mañana la piedra no estaba mas, y el coronel se había encontrado bien muerto, sin nada de vida. Por esto los enemigos siempre abandonan las peleas, porque una mirada de la piedra es mortífera, y por esto la tribu vive en paz. El cacique Manuel no había permitido al Presidente de tocar la piedra, porque este señor gobernaba el país entero y el riesgo era demasiado grande. Por esto fue.” / Fuente. Francisco Epulian. En Fernández, C. / Cuentan los mapuches .

De la piedra azul nunca más se supo, se puede haber enterrado por si sola, pasado a otras manos o bien vuelto al lugar del origen a la espera de su nuevo poseedor, etc.

Reinoso, José (1881)

La hipótesis del Fuerte Templario

Volvemos a la Meseta El Fuerte donde se centran las investigaciones que parecen establecer que allí existió, en tiempos anteriores al descubrimiento, un fuerte de características templarias.

El grupo liderado por Flugerto Martí se orienta a la búsqueda en este sitio donde encontramos una referencia por lo menos curiosa.
En una cierta cantidad de mapas se destaca en la bahía la presencia de un fuerte antiguo o por lo menos un fuerte, cuando en realidad allí nunca se estableció uno.
Quizá el mapa que resulta paradigmático sea el de Martín de Moussy que no solo coloca la leyenda de “Ancient Fort Abandonee” sino que también agrega la situación de la Ciudad de los Césares que, según los investigadores citados, mucho tendría que ver con la presencia del Grial.
Aproximadamente hacia 1140 el trovador Chretien de Troyes escribiría el poema Perlesvaus o el alto libro del Graal que estaría basado en viejos relatos legendarios de un caballero germano y que daría origen a toda la saga. Allí se puede leer lo siguiente:

“(…) En esto se calla aquí el cuento de Brién y habla de Perlesvaus, al que la nave conduce a gran velocidad. Ha combatido tanto allí dentro que ha matado a todos los que estaban en la nave, salvo al que la dirige, pues éste le ha acordado que creerá en Dios y abandonará la ley malvada. Perlesvaus se aleja de la tierra de tal modo que ya sólo ve el mar y la nave marcha a gran velocidad y Nuestro Señor le guía como aquel que le cree, ama y sirve de buen corazón. La nave ha corrido tanto noche y día, tal y como a Dios le plugo, que llegaron a un castillo en una ínsula de mar. Preguntó a su marinero si sabía que castillo era aquél.
- En verdad, no lo sé, señor pues hemos corrido tanto que no conozco ni el mar ni las estrellas.
Se acercaron al castillo y oyeron sonar muy dulcemente cuatro trompetas arriba en las murallas y los que las tocaban iban vestidos de blanco. Se dirigen hacia aquella parte. En cuanto la nave tomó puerto debajo del castillo y el mar se retiró de modo que la nave quedó en tierra seca, no hubo allí dentro nadie salvo Perlesvaus, su caballo y el marinero. Salieron de la nave y luego entraron al castillo por la parte que daba al mar y allí había las salas más hermosas y las casas más bellas jamás vistas. Mira debajo de un árbol muy bello, grande y amplio, y ve la fuente más bella y clara que nadie puede contemplar, y está rodeada de ricos pilares de oro y la arena parecía piedras preciosas. Debajo de aquella fuente estaban sentados dos hombres, de cabello y barba más blancos que nieve recién caída, y sus rostros parecían jóvenes. En cuanto ven a Perlesvaus se alzan y van a su encuentro. Lo saludan y adoran el escudo que lleva al cuello, besan la cruz y luego la bloca donde estaban las reliquias. (…).”

Además de otros párrafos se destaca que luego de haber navegado largo tiempo el marinero, cuando divisan el castillo, le contesta a Parcifal sobre su ubicación: En verdad, no lo sé, señor pues hemos corrido tanto que no conozco ni el mar ni las estrellas.

Partiendo de Europa la respuesta solo puede indicar que han cambiado de hemisferio con lo cual solo cabe la posibilidad que el castillo en ciernes se puede encontrar en costas de África o América. Si suponemos que África era conocida y frecuentada solo parece quedar una posibilidad.

La segunda y arriesgada suposición se encuentra en el hecho que En cuanto la nave tomó puerto debajo del castillo y el mar se retiró de modo que la nave quedó en tierra seca, no hubo allí dentro nadie salvo Perlesvaus, su caballo y el marinero. Existen pocos lugares el en planeta donde la diferencia de marea sea tan abrupta como en la Península Valdes. Donde se encontraba, según los cartógrafos, el antiguo fuerte abandonado.

 Paz Soldán, Mariano F. (1888)

Listado de Mapas donde figura una referencia al Fuerte:

Nota 
La leyenda “Fuerte”, “Fort”, "Antiguo Fuerte" o similar aparece en los siguientes mapas de 1832 a 1914:

- Dower, John
/ Chile and La Plata. Londres. (1832)

- Arrowsmith, John
/ South América. Londres (1834)

- Society for the Difusion of Useful Knowledge
/ South América – La Plata and Chilé. Londres. (1838 / 1840 / 1844)

- Radefel, Christian. F. (1844 / 1847)
/ Südlichster Theil von America… Amsterdam. (1844)
/ Süd América´s bergsysteme und Strombgebiete. Amsterdam. (1847)

- Mapa inglés. (1846)

- Rapkin, John (1851)
/ Fakland island and Patagonia. Londres. (1851)

- Philip, George & Son
/ Peru, Bolivia, Chile & La Plata. Londres. (1852)

- Black, Adam & Charles
/ Chili, La Plata or the Argentine Republic & Bolivia. Edimburgo. (1854 - 62)

- Tallis, John & Co.
/ Fakland island and Patagonia. Londres. (1855)

- Berghaus, Heinrich; Flemming, Carl; Handtke, Friedrich H.; Sohr, Karl
/ Sud - Amerika III. (1855)

- Colton, Joseph H.
/ Argentine republic, Chili, Uruguay & Paraguay. Londres. (1855 - 56 - 60)

- Blackie, Walter G.aham
/ La Plata, Chili, Paraguay, Uruguay & Patagonia. Londres. (1860 - 82)

- Granier, F. A.
/ Terres autrales – Patagonie, Chili, Provinces Unies du Rio de la Plata. Paris. (1862)

- De Moussy, Victor M.
/ Atlas de la Confederation Argentine. Paris. (1873)

- Royal Geographical Society
/ Patagonia. Londres. (1872)

- Reinoso, José
/ República Argentina-Chile-Uruguay-Paraguay. Madrid. (1881)

- Letts son & Co.
/ South America, Argentine and Chili. Londres. (1883)

- Paz Soldán, Mariano F.
/ Atlas geográfico de la República Argentina. Buenos Aires. (1888)

- Desbuissons, Louis E.
/ Amérique du Sud. Paris. (1892)

- Ludwig, Pablo
/ Nuevo mapa de la Republica Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Bs. As. (1914)



Temas vinculados


Ciudad de los Césares.
La Salamanca.
Sierra del Vocán.
Cerro Uritorco.
Bastón de Mando.
El Grial.

Otros temas

Orden del Temple.
Templarios. 
Kalfucurá.
Isla Pepys.
Mitología nórdica.

Bibliografía


Álvarez, Gregorio / El tronco de oro. Ed. Corregidor. Bs. As. (1994).
Chretien de Troyes / Perlesvaus o el alto libro del Graal. Ed Siruela. Madrid. (1985)
Encuesta Nacional de Folklore. Ministerio Nacional de Educación. Bs. As. (1921)
Fernández, César / Cuentan los mapuches. Biblioteca de la cultura Argentina. Ed.N.Siglo. Bs. As. (1995).
Köessler-Ilg, Bertha / Tradiciones araucanas. Inst.de Filología de la Fac.de Hum.Univ.Nac.La Plata. La Plata. (1962).
Lenz, Rodolfo / Estudios Araucanos. Imprenta Cervantes. Santiago de Chile. (1896).
Terrera, Guillermo A. / Wolfran Escenbach, Parsifal, Orfelio Ulises. Ed. Kier. Bs. As. (1992)
Von Eschenbach, Wolfram / Parzifal. Ed.Siruela. Madrid. (1999)
Páginas de consulta
www.delphos.com.ar
www.planetarios.com

1 comentario:

  1. Excelente artículo Gastón, lo bueno de las investigaciones es que más allá de la verdad, abren nuevas puertas y son innovadoras. Mis felicitaciones.

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